La barrera cutánea es la capa más externa de la piel y actúa como una barrera protectora contra los factores estresantes ambientales. Se ha demostrado que los probióticos orales mejoran la función de la barrera cutánea al aumentar la producción de ceramidas, que son lípidos que ayudan a mantener la integridad de la barrera cutánea y aumentan la producción de péptidos antimicrobianos. Los péptidos antimicrobianos son moléculas que ayudan a proteger la piel de patógenos dañinos. Además, estudios recientes también han encontrado efectos beneficiosos de los probióticos sobre el fotoenvejecimiento de la piel.
Evite el exceso de lavado
El lavado excesivo puede despojar a la piel de sus aceites naturales y alterar la barrera cutánea. Limite el lavado a una o dos veces al día y utilice un limpiador suave con pH equilibrado.
Hidratar:
La hidratación ayuda a mantener la barrera de humedad natural de la piel. Busque humectantes que contengan ingredientes como ceramidas, ácido hialurónico y glicerina.
Protege tu piel del sol:
El daño solar puede debilitar la barrera cutánea y acelerar el envejecimiento. Use ropa protectora y use un protector solar de amplio espectro con SPF 30 o superior.
Evite productos agresivos para el cuidado de la piel:
Los ingredientes agresivos como el alcohol, las fragancias y los sulfatos pueden dañar la barrera cutánea. Busque productos que estén etiquetados como "sin fragancia" y "sin sulfato".
Mantente hidratado:
Beber suficiente agua ayuda a mantener la piel hidratada y tersa.
Manejar el estrés:
El estrés puede debilitar el sistema inmunológico y provocar una disfunción de la barrera cutánea. Practique actividades para reducir el estrés, como yoga, meditación o ejercicios de respiración profunda.